jueves, 1 de octubre de 2009

Los Duendes

Xuxa: "Tengo orgasmos múltiples y veo duendes. Yo estaba en una hacienda cuando levanté la colcha y vi a un duende abajo de la cama. Me quedé rezando, no estaba preparada para ver a ese ser". Al igual que Xuxa y mucha gente más, creo en los duendes.
Cuando pienso en un duende, imagino una criatura que nunca vi, vendría a ser como un unicornio, pero la diferencia es que el duende sí existe. Identifico el gris, el verde, rojo y violeta como sus colores preferidos. Un duende conoce muy bien al humano, sabe las pequeñas tretas que nos vuelven locos.
A mi los duendes me robaron tres juegos de llaves en dos meses. Eso fue cuando tenía trece. Después aflojaron porque se dieron cuenta que ya era demasiado.
Una situación típica para identificar la presencia del duende es la pérdida inexplicable de llaves, tarjetas, celulares, billetes, o algún papel importante con anotaciones que vas a encontrar cuando ya no sirvan para nada. Al duende le fascina verte buscar, disfruta de las preocupaciones ajenas.
Sin embargo, no creo que sean malignos. Los actos de los duendes pueden dejar grandes enseñanzas para el futuro, siempre que aceptemos su existencia. Las frustraciones causadas por los duendes nos hacen mejores personas. El duende ataca especialmente a quienes andan por la vida sin prestarles atención. Nunca es bueno negar al duende.
Conozco el caso de un amigo que cree en ellos. Perdió la billetera dentro de su casa de manera increíble. La buscó por días, hasta que, desesperado, gritó: <<¡Por favor, dénmela!>> A los dos minutos encontró la billetera en un lugar totalmente accesible, donde había buscado varias veces. Es creer o reventar.
Estoy casi convencido de que atacan especialmente a las personas necias, las que se ofuscan rápido y pierden el control. Además, este tipo de personas tienden a no creer en los duendes, lo que constituye un grave error. Ahora mismo podrías tu estar rodeado/a de duendes.
Por último, mis investigaciones acerca de los duendes muestran que hay dos tipos de razas: el duende de la ciudad y el duende de campo, o duende "natural". El duende de ciudad es el que se divierte con nosotros, puesto que vive alrededor de nuestras casas o incluso acurrucado en algún armario. El duende de campo reside en aquellos bosques autóctonos de la campaña, es muy veloz y detesta el contacto humano. Ambos comparten la característica de ser invisibles. El avistamiento de Xuxa es algo fuera de lo común, quizá el duende se durmió en la suavidad del colchón humano-lo cual constituye un grave error porque el sueño los vuelve indefensos y visibles-, o pudo sentirse atraído por la potencia sexual de la diva. Sólo Xuxa sabe.

3 comentarios:

walrus dijo...

Jaja. ¿Qué se puede agregar después de esas líneas finales?

No tenía idea de esa pasión por escondernos las cosas. Hace como diez años empecé a coleccionarlos. Tengo dos muy grandes, pintados por mí mismo, que custodian mis libros. Otro me lo compré en Brasil (¿será el que acosó a Xuxa?).

Ahora que pienso, desde ese entonces pierdo muy pocas cosas.

walrus dijo...

Es más, uno de ellos protagonizó este gran filme:

http://www.youtube.com/watch?v=4zQJSWr5-UE

Abrazo!

Javier González dijo...

pero que buen filme, está para grandes cosas la productora bochorn - o.

si, en realidad se podria decir mucho mas d elos duendes pero la hice corta para no aburrir. pero son mágicos. el de tu película tiene buena barba, sólida.