viernes, 3 de julio de 2009

Baño en Playa Honda



Caminando por la rambla veo de lejos lo que parece una mujer bañándose en el mar. En el río marrón, para ser más justo. Todavía hay sol, pero es una de las tardes más frías del año. La situación es curiosa, entonces me acerco y me siento en el muro que separa la arena de la calle. Justo frente a la mujer. Y miro. Contemplo lo que podría calificar de "placentero baño invernal". Según deduje, la señora, que tendrá unos avanzados 50 años, ha construido un fuerte ritual. Ella sale de su casa vestida con una bata blanca y chancletas. Cuando alcanza la orilla, se saca ambos elementos, y enfrenta al río con una malla de cuerpo entero. Los pescadores la miran perplejos. En su mundo, ella entra lentamente al agua, camina sin prisa hasta un buen punto, y se zambulle repetidas veces. Además, se desparrama agua por el rostro como si quisiera lavarse. Más o menos cinco minutos después comienza la retirada. Sale, desata el pelo largo, y se coloca la bata. Luego se quita la malla y la escurre. Antes de irse, dibuja con una chancleta extraños símbolos en la arena. Sube la escalera con una sonrisa y la cruzo como de casualidad: ¿Está buena el agua?, le pregunto. Muy linda, como siempre, me contesta. Y se va a la casa.
Sentí ganas de ver sus dibujos, me acerqué, pero eran formas y letras extrañas que no pude comprender.


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4 comentarios:

Conflictiva dijo...

Que bueno que te guste escribir, lo haces muy bien. Encantada de conocer tu Blog. :-)

Anónimo dijo...

desequilibrio mental en mdeo!
con el frio que hace..

Alexis dijo...

Sí, suena a cosa de locos, pero si eso la hace feliz...
Estoy bastante tolerante últimamente, no sé qué me pasa, jejeje.

Pebete Ormaechea dijo...

A esa mujer la admiro desde incontables tardes de estaciones disímiles en el sublime molin, verla entrar olímpica. Alto estado de elevación, supongo que ahora para conocer más tendré que acercarme y escribir otra historia, a mi me da una curiosidad terrible su vida.