jueves, 30 de septiembre de 2010

Unconditional Love



(What y'all want?)
Unconditional Love (no doubt)
Talking bout the stuff that don't wear off
It don't fade
It'll last for all these crazy days
These crazy nights
Whether you wrong or you right
I'm guna still love you
Still feel you
Still there for you
No matter what (hehe)
You will always be in my heart
With unconditional love

Super hit de Tupac Shakur, quien deja bien claro una infinidad de conceptos realmente interesantes acerca de la vida. El más lindo, y me quedo corto con lo de “lindo”, es que el verdadero amor, en su forma más pura y extrema, es incondicional. Tupac Shakur es el rapero más importante que existió. Probablemente jamás sea superado por nadie, porque sus canciones no tienen comparación alguna, en especial cuando tiene la capacidad de abrir su corazón, sin dejar nunca de ser real (“stay real”) y regalar letras que son joyas. Tupac es considerado por muchas personas como un mesías, al igual que sucede con Bob Marley y unos pocos artistas que han entrado como flechas en las mentes y corazones de la gente que los escucha.

Tupac se jactó constantemente de su estilo de vida (“thug life”, el tatuaje que atraviesa su panza de lado a lado), donde la violencia era el condimento principal para sobrevivir. Era lo que le tocó y lo adoptó como una filosofía dentro de un sistema al que criticaba todo el tiempo.  Él y  sus amigos (dogs), vivieron por fuera del sistema, en una especie de mundo paralelo de armas, luchas, drogas. Incluso cuando se hizo famoso las letras siguieron el mismo rumbo, y los lujos no ocultaron nunca de dónde vino. Se veían a sí mismos como soldados. The struggle never stops in this game.

La grabó entre 1995 y 1996, pero recién vio la luz cuando estaba muerto, en 1999. Tupac murió joven, tal como había repetido una y otra vez en sus letras. El 30 de noviembre de 1994, recibió cinco balazos en un estudio de grabación en Manhattan, donde estaba grabando Biggie Smalls. Sobrevivió y acusó al rapero de N.Y., un amigo hasta ese momento, por el ataque contra su vida. Desde ese momento fueron enemigos, en medio de una rivalidad gigantesca que se generó entre los bandos de la costa Este y Oeste. El 7 de septiembre de 1996, en Las Vegas, Tupac se dirigía a un boliche tras ver pelear a Mike Tyson. En una luz roja recibió varios disparos, que le causaron la muerte, seis días más tarde. Vendió más de 75 millones de discos en todo el mundo.

En general, si uno escucha las canciones de Tupac, en medio de tragedias, muertes y cuestionamientos, surge cada tanto un verso que realmente emociona, porque toca elementos que son cristalinos y universales. Es lo que pasa a lo largo de esta canción, una verdadera redención: Perhaps it's just a fantasy, A life where we don't need no welfare, Shit with our whole family.

Tupac recorre su vida, nadando en recuerdos tristes y gira en el tiempo: lo que fue, lo que es, y lo que será el futuro que está adentro suyo, y adentro de cada uno de nosotros también. Nothing but my dreams matter. Una canción imperdible, eterna.


Acerca de Juicy

Juicy es quizá la canción más conocida de Biggie Smalls (o Notorious B.I.G), uno de los raperos más famosos de la historia. Resume su vida de forma perfecta en la letra. Como una pintura rápida, pasó de comer sardinas, vender drogas y no tener plata para mantenerse, a ser una superestrella del mundo del espectáculo. Champagne, mujeres, limousinas con chofer, contador, Super Nintendo y Sega Genesis (lo mismo que sería ahora tener el Play 3 y el Wii), fueron las consecuencias de vender más de 17 millones de discos sólo en USA.

¿Qué tiene la canción de original? ¿Por qué es un clásico? Bueno, sin duda que hay una base musical muy buena para que el gordo rapero haga su trabajo. Se afirma que Notorious no escribía las letras, sino que cantaba con estilo libre, según surgían las combinaciones y rimas en su cabeza. Además, está la manera de hacerlo, el flow que distingue y hace únicos a los cantantes. Ah, también está el estribillo femenino de voces angelicales que libera las tensiones de una rima intensa.

En este hit, el single que lo hizo famoso definitivamente en 1994, se le dio por contar las dos caras de la moneda, un arranque de vida miserable, que comparte las características de casi todos los raperos exitosos, hasta lograr el reconocimiento de todos en el ambiente. Madre soltera en la lucha, padre que se borra, poca plata, barrio difícil con pocas chances de hacer una vida políticamente correcta. Y después llegan drogas, armas, una hija de sorpresa antes de los 20: es la realidad que se impone como un tren arrollador. Lo más increíble de la letra es que es real. Hay un salto gigantesco, un bombazo de energía musical que cambió todo. En una situación compleja como la de Biggie, una persona “normal” se hunde y termina en la cárcel, totalmente desanimado, o muerto. El talento que tenía lo alejó, al menos por un puñado de años, de la vida siniestra de las calles. Y lo hizo leyenda para siempre.

Biggie Smalls, considerado el salvador del hip-hop en la costa Este americana, nació el 21 de mayo de 1972 en Brooklyn, N.Y. El 9 de marzo de 1997, a los 24 años, recibió cuatro disparos en el pecho, en lo que se llama drive-by, que es cuando alguien dispara un arma desde un auto en movimiento o parado. Esta técnica la hizo popular la mafia en 1920 (gracias Wikipedia). El enorme rapero (al igual que Tupac Shakur, su amigo y enemigo) murió de esta manera, mientras esperaba el cambio de luz en un semáforo, al volver de un boliche al hotel en la ciudad de Los Ángeles, California.