¿Menos es más?
¡Historias cortas, abiertas a temas diversos y a la imaginación total!
jueves, 14 de octubre de 2010
La música del mundo
jueves, 30 de septiembre de 2010
Unconditional Love
Acerca de Juicy
jueves, 22 de julio de 2010
Bueno, gracias, porque volvimos, nos trajeron a todos

martes, 25 de mayo de 2010
Frases interesantes de diferentes personas
Cuando al agresor no le queda más por destruir, se dirige violentamente contra sí mismo. Juan Salzano
Si los seres humanos no tuvieran memoria, serían felices. F. Nietzsche
Ante la realidad, la tolerancia es aún menor que ante la ficción. Fernando Vaz
Ott es un poco resultado de la autopublicidad, de la presunta excelencia por el mero hecho de que vivís afuera. Rafael Viñoly
El Holocausto fue planeado, y Hitler lo planeó. Paul Johnson
Lo que la música significa para la gente es uno de los grandes misterios. Keith Richards
Si me coronara como Rey, ¿sería por ello Rey? Me convertiría, más bien, en objeto de lástima y disgusto. Austin Osman Spare
Mientras permanezca la noción de que existe una "esclavitud obligatoria" en este mundo o incluso en los sueños, existe tal exclavitud. A.O.S.
¿No hay acaso un "viento" invisible, misterioso, que nos empuja aquí o allá, y comanda nuestras acciones, mientras en nuestra ingenuidad creemos gozar de libre albedrío? Gustav Meyrinck
lunes, 26 de abril de 2010
Oración del Marinero
Mares revueltos de oscura fachada
Espuma de olas cruzadas
Abren sus bocas y las cierran
Como si fuera lo único por hacer
Secretos mueren para siempre
En las profundidades
Aún vivas, vírgenes
Ausencia alarmante
Que sólo puedo imaginar
Pierdo los ojos
Más allá del horizonte
La vida es una belleza
Tan corta y frágil
Lluvia desaparece
Al tocar el mar
Cuna de todos los mortales
A ti encomiendo mi suerte
Y la de los míos
A ti prometo
Siempre regresar
martes, 13 de abril de 2010
Dios
-Dale, no jodas, siempre con las mismas preguntas, ¿qué te cambia lo que yo pienso?
-No es que me cambie, pero quiero saber cómo pensas.
-Y, no se que decirte, es un tema personal. Anda todo el mundo confundido con esas cosas.
-¿Cómo?
-Ves que no podes hablar sin hacer preguntas.
-¿Qué decís?
-Bueno yo pienso que hay algo superior adentro nuestro, afuera, por todos lados, no tengo idea si es el ser de las iglesias o una bola de energía invisible.
-Yo veo que todos piensan diferente…
-Entonces capaz que todos son pequeños dioses.
-Jaja, estaría bueno eso.
-No, sería una mierda para mí.
-No entiendo.
-Hay cada cabeza de balde por ahí que no se lo merece.
-¿Cómo vos?
-Dale no te hagas el gil. Pará que me suena el celular…es mi vieja. ¿Qué pasó má? … Sí, no sé a qué hora, cociná igual que cuando llegue como… Como el culo me fue, má, el tipo era un alcahuete…No, no, está todo bien, tengo plata…Okey, dale, un beso, pará má, acordate de darle comida a Tropical…Chau, nos vemos.
-Debe estar gigante Tropical, ¿no?
-Sí, está rompiendo todo. Descontrolado. ¿De qué estábamos hablando?
-De Dios.
-Cierto, bueno, nunca se llega a nada hablando de eso. Es uno de los misterios que no se pueden conocer. Otra cosa, además, es que la gente se muere por Dios. Hace miles de años que se matan por Dios.
-Decís por los terroristas vos…
-Sí, y por muchos otros. Lo que quiero decir, y es lo más gracioso esto, es que no hay amor en las religiones, y eso es lo más importante. No sé, somos muchos y todos piensan diferente. Cuando te quieren convencer de algo a la fuerza no hay amor.
- Estás hecho un brisco con eso del amor…
-Vos reíte pero es así. Sos un burro vos.
- Puede ser…
- Y sí.
viernes, 12 de febrero de 2010
Tierra de sueños

Apareció en una ruta desierta, en medio de la nada. Puso la mano como visera en la frente para tapar el sol, una especie de sol violeta que hacía ver las cosas en colores insólitos. Igual no había nada para ver. Se sacó la mochila con rapidez y se agachó para abrirla. El sentimiento era como saber perfectamente lo que estaba haciendo y al mismo tiempo no entender nada de nada. Por un instante se vio desde afuera de su persona, igual que en una película. Después abrió el cierre de la mochila y vio que no había nada. Sintió sed. Quiero irme de acá, qué hago acá, la puta madre, pensó. Y cerró los ojos. Fue entonces cuando apareció en una fiesta muy animada en una casa enorme con piscina. Habían chicas en bikini, todas divinas, tomando cócteles increíbles. Habían hombres también, vestidos con ropa de moda y peinados europeos, pero eran como de cartón y ninguno hablaba, por eso las mujeres lo miraron fijo y él les dijo: “Hola, quiero saber todo de ustedes”. Vino una que parecía rusa y le dio su vaso. Tomó un trago, dos, y se sintió raro. Lo que sintió fueron ganas de decir muchas cosas pero no saber cómo. En fin, no podía hablar. Miró su atuendo y se dio cuenta que tenía un traje a medida blanco, sería Armani o una de esas marcas gloriosas. Y los zapatos que llevaba, eran como para jugar al golf. Soy un imbécil, soy igual a todos, pensó. Corrió descontrolado y se tiró a la piscina. El agua era tan pura que calmó la desesperación. Las chicas se fueron. Los hombres también. Y él ya no llevaba el trajecito de millonario. Estaba desnudo, flotando en un agua mágica. Sólo podía pensar en lo bien que estaba en esa agua, ese era todo su mundo. Pensó con tanta profundidad en lo bien que estaba, que logró sentir placer de pensar. Y allí dijo en voz alta: “Esto debe ser el paraíso”. Pero fue un error decir eso, porque al instante una voz lejana comenzó a llamarlo por su apodo: “Lechuga, lechuga, ¡lechugaaaaa!” ¿Quién me conoce acá? No quería encontrarse con nadie conocido. De a poco, la voz se hacía familiar. Ahora estaba corriendo por un bosque, atropellado, cayó un par de veces al suelo. Era obvio a esta altura que algún idiota lo perseguía. “Lechuguitaaaaa”, escuchaba desde atrás. Se escondió atrás de un árbol bastante grande y vio que se acercaba Lily, su hermana de seis años. Lily le hizo señas para que se callara, y le dijo suave al oído: “Acordate cuando abras los ojos, esto puede ser real también”.